En Granada existen excelentes ejemplos de camarines barrocos entre los que destaca el de Nuestra Señora del Rosario de la Iglesia de Santo Domingo, ejecutado entre los años 1727 y 1797.Tras la muerte de Melchor de Aguirre, autor del proyecto, la dirección de la obra recae sobre Francisco Rodríguez Navajas y finalmente sobre José de Bada, lo que implica la presencia de variaciones estilísticas significativas. Se encuentra anexo a la iglesia de los dominicos ocupando una superficie de 252 m². Es posible acceder a su interior desde el propio templo o desde un adarve perpendicular a la calle Cobertizo de Sto. Domingo. Esta entrada independiente le proporciona una interesante integración en la trama urbana. Su estructura, del tipo denominado “torre”, encuentra sentido en la consideración de su espacio como punto de unión entre el cielo y la tierra, símbolo del ascenso espiritual y cognoscitivo del individuo. Pieza central de toda la planta, el camarín presenta además dos antecamarines dedicados a la Inmaculada Concepción y a la Batalla de Lepanto, y un poscamarín adosado a la Sala Capitular de la Hermandad del Rosario.