Consolidación de la muralla del poblado ibérico. 2011-2013
Este yacimiento arqueológico se localiza en la campiña oriental de la provincia de Jaén dominando la fértil Vega del Guadalbullón. La meseta que lo conforma presenta unas seis hectáreas. La fortificación transcurre por tres de los lados del cerro (Norte, Este y Sur), con una serie de torres-contrafuerte de estructura cuadrada o rectangular.
El lugar fue descubierto a principios de la década de 1970 por un grupo de aficionados dirigidos por Ramón Espantaleón, erudito local vinculado al Instituto de Estudios Giennenses. Expropiado por el Estado en 1976, en la década siguiente pasó a declararse Zona arqueológica (BIC). Las primeras excavaciones se realizaron entre 1982 y 1983 bajo la dirección de Arturo Ruiz Rodríguez y Manuel Molinos Molinos, campañas que pasaron a ser sistemáticas en 1985.