Memoria del Azúcar. Pervivencia del legado de la industria azucarera en la Vega de Granada
Pedro Salmerón | Exposiciones | 18-05-2019
A finales del siglo XIX y comienzos del XX las estructuras sobre las que se asienta la sociedad granadina experimentan una gran transformación. Una sociedad conservadora, poco o nada propensa a las aventuras de tipo comercial o industrial, se embarca en una actividad que produce cambios de tipo económico, productivo y social a una velocidad insólita. La revolución que supone la industria azucarera convierte a Granada en una urbe muy avanzada dotada de modernos sistemas de movilidad y múltiples vínculos entre la metrópoli y el territorio. En este contexto, la Vega llega a convertirse en uno de los más importantes focos peninsulares de producción de remolacha azucarera, por sus suelos fértiles y bien irrigados.
Así, entre 1882 y 1909 llegan a implantarse en la comarca hasta quince ingenios industriales destinados a transformar la remolacha en azúcar, con diferentes niveles de intensidad y capacidad productiva. La implantación de las fábricas sobre el territorio comprende un conjunto de sistemas y de redes para abastecimiento hidráulico, transportes (ferrocarril y tranvía), y conexiones viarias. Estos elementos se despliegan sobre la personalidad agraria de la comarca, con efectos en la economía a diferente escala, convirtiéndose en foco de atracción para el desarrollo de otras industrias asociadas: fábricas de abonos, canteras de piedra caliza, alcoholeras, fábricas de productos químicos, etc. Es decir, por entonces, la industria del azúcar en la Vega no se plasma en un espacio global contenido, sino que se expresa en un sistema nodal, con diferentes pálpitos, conformado por los establecimientos industriales sobre las áreas funcionales que conforman (ejes y conexiones de transporte) y su relación con los núcleos urbanos más próximos.
Este contexto, de gran modernidad e innovación, queda ejemplificado en unos edificios fabriles provistos de la mejor tecnología europea del momento y diseñados, ampliados o reformados por arquitectos e ingenieros de prestigio como Francisco Giménez Arévalo, Juan de Monserrat y Vergés o Felipe Giménez Lacal para cumplir con su función productiva y responder a las necesidades de cada momento. Sus máquinas y herramientas son sustituidas cuando se modifican los procesos productivos, y sus trabajadores se reciclan y especializan fruto de esa modernización.
Tras la decadencia de la remolacha hacia la segunda mitad del siglo XX, el testigo del cultivo lo toma el tabaco. Por entonces, los edificios fabriles, que continúan sirviendo a la industria azucarera se desmontan. Algunos se reutilizan para nuevos usos industriales o agrarios y otros permanecen en abandono. Las únicas fábricas que resisten al cambio de ciclo (La Vega en Atarfe y San Isidro/San Juan en Granada), permanecen activas hasta la década de los ochenta del siglo XX. La Azucarera de La Vega se demuele tras el cierre, mientras que el conjunto de San Isidro, donde se conserva el pionero Ingenio de San Juan (primera fábrica azucarera de remolacha de España), se declara Bien de Interés Cultural en 2015.
La exposición con la que la Casa de los Tiros y el Archivo Histórico Provincial de Granada han decidido conmemorar el Día Internacional de los Museos propone un recorrido por la industria del azúcar de remolacha desarrollada en la Vega de Granada entre 1892 y 1985, periodo este último en que cerró la mencionada Fábrica de San Isidro. También, reconoce y difunde el enorme poder de modernidad que tuvo para la ciudad y la provincia el desarrollo de esta industria.
La muestra, estructurada en cuatro áreas: “La remolacha azucarera en la Vega de Granada. Crónica de una industria modernizadora”; “Antiguas fábricas de azúcar de remolacha en la
Vega de Granada. Cronología y usos”; “El paisaje de la Vega antes de la revolución remolachera” y “Documentos para la historia de la industria azucarera de La Vega en el Archivo Histórico Provincial de Granada”, nace con el objetivo de hacer visibles los elementos singulares del patrimonio cultural de la industria del azúcar en la comarca, al tiempo que plantea la divulgación de una parte hoy prácticamente olvidada e infravalorada del patrimonio granadino, el patrimonio industrial azucarero.
En síntesis, la propuesta no solo conforma un sintético recorrido por la historia de esta actividad productiva y de sus complejos fabriles, sino también una reivindicación de su legado patrimonial, con especial incidencia en una producción documental reveladora de la actividad de estas industrias y de la envergadura del fenómeno económico que supusieron. Además, en el apartado audiovisual, la exposición presenta la situación actual de los bienes inmuebles más destacados de este patrimonio, sus preexistencias y usos.
Finalmente, la iniciativa se complementa con la celebración de un Seminario sobre el legado de la industria del azúcar en la Vega de Granada, con sede igualmente en el Museo Casa de los Tiros, a partir del cual ofrecer un rico panorama de referencias sobre el pasado industrial azucarero de la comarca y de las herramientas disponibles para su estudio y valoración. Con ello, se trata de recuperar e incentivar de manera participativa las relaciones con este patrimonio para preservarlo, hacerlo reconocible y conectarlo con las demandas y necesidades actuales de los principales colectivos responsables de su futuro y de la sociedad granadina en general.