Una vida entre andamios

Un sistema de protocolos aplicado a la intervención del patrimonio inmueble

Pedro Salmerón | Protocolos | 26-09-2017

El Sistema de Protocolos es un conjunto de herramientas, basado en la experiencia y diseñado para servir de guía de buenas prácticas en las intervenciones de conservación y restauración del patrimonio histórico inmueble. A través de dicho sistema, es posible normalizar determinadas formas de proceder para hacer­las aplicables a casos concretos, acrecentando el valor de las intervenciones y facilitando una aplicación óptima y rentable del procedimiento científico.

Uno de sus ejes fundamentales de desarrollo es la conservación preventiva que es­tablece la necesidad de planificar las acciones estudiando los riesgos a los que está sometido el patrimonio inmueble, adoptar medidas para evitar posibles afecciones y procurar el mantenimiento correcto de sus características materiales. Teniendo en cuenta estos aspectos, los protocolos se dividen en varios tipos, aglutinando desde las tareas más sencillas a las más complejas.

Previos: conforman la base del sistema porque gene­ralmente son previos a la intervención, ya que aportan las claves para conducirla de forma adecuada. Se dividen en dos tipos: patrón e instrumentales. Estos últimos, a su vez, integran los de medición y análisis.

Los protocolos patrón recogen pautas o maneras de proceder de carácter general, mientras que los instrumentales se destinan al seguimiento y control de las intervenciones. Los protocolos instrumentales de medición recogen los pasos a seguir cuando se lleva a cabo la toma de datos de los factores ambientales o artificiales que inciden sobre el patrimonio directa o indirectamente: control de humedad y temperatura o iluminancia, entre otros. En cambio, los protocolos de análisis requieren la colaboración de un laboratorio externo e indican la forma en la que se deben efectuar los mues­treos y ensayos necesarios según los materiales.

De caracterización: constituyen el siguiente nivel y sirven tanto para conocer los materiales preexistentes como aquellos susceptibles de introducir durante la intervención. También son de dos tipos: aquellos destinados al envío de muestras al laboratorio y los utilizados para producir analíticas en laboratorio.

Básicos: son los más difíciles de acotar, pues abarcan un ámbito extenso y heterogéneo al tipificar y describir aquellos procesos singulares que tienen lugar durante la intervención. Por tanto, pueden integrar tanto protocolos previos como de caracterización.

Compuestos: son un combinado ordenado de todos los protocolos anteriores. Su finalidad es conducir adecuadamente el proceso de intervención hasta el final. Es decir, concentran una secuencia lógica de actividades a través de los protocolos de los restantes niveles relacionándolos convenientemente.

 

 

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