2B.06 Instalaciones de protección en cubiertas de madera

DESCRIPCIÓN
Las cubiertas de los edificios patrimoniales son receptoras de instalaciones de protección, debido a su carácter estratégico. Por este motivo, se dotan progresivamente de instalaciones contra el rayo y el fuego. Dichos dispositivos se complementan con otros de detección conectados a una centralita situada en el inmueble.

Complementariamente, se disponen las instalaciones de iluminación, bien para atender labores de mantenimiento e inspección en el interior de las cubiertas, bien para resaltar y ambientar sus elementos. En este último caso, los trazados suelen ser improvisados suponiendo una fuerte interferencia para la accesibilidad a las cubiertas. Este protocolo presenta, por su naturaleza y contenido, un carácter eminentemente preventivo.

PALABRAS CLAVE
Detección / extinción / fuego / incendio / instalación / pararrayos / protección / rayo

OBJETIVOS
Dotar a la cubierta de las adecuadas condiciones de seguridad contra el fuego o la acción del rayo.
Consolidar rutinas de inspección y mantenimiento dentro de pautas de conservación preventiva.

A. PROTECCIÓN CONTRA EL RAYO
En el ámbito del territorio español, las condiciones de protección frente al rayo vienen determinadas por el Código Técnico de la Edificación:
– DB SUA8 Seguridad frente al riesgo causado por la acción del rayo.
– Anejo B Características de las instalaciones de protección frente al rayo.

A1. PROCEDIMIENTO DE VERIFICACIÓN
Conforme a la normativa española (CTE SU-8), los edificios están obligados a disponer de un sistema de protección contra el rayo cuando la frecuencia esperada de impactos sea mayor que el riesgo admisible, la altura del inmueble lo recomiende, o la presencia de sustancias tóxicas, radiactivas o inflamables lo obligue. Sin embargo, como indican las diferentes normativas, ningún sistema de protección de este tipo puede evitar la formación de rayos, ni representa una garantía de protección absoluta contra ellos.

No obstante, proporciona los medios para reducir, de manera significativa, los riesgos por daños en las estructuras protegidas. La relación entre el riesgo admisible y la frecuencia de impactos determina la eficacia de la instalación y su nivel de protección. La frecuencia de impactos viene definida por la situación del edificio, su forma y volumen, y su relación con el entorno. El riesgo admisible se establece en función del tipo de construcción, de su contenido y de sus usos.

A2. CARACTERÍSTICAS DE LAS INSTALACIONES
Según la normativa, las instalaciones de protección contra el rayo deben constar de un sistema externo, otro interno y una red de tierra.

Sistema externo
– Está formado por dispositivos captadores y por derivadores o conductores de bajada. Los primeros pueden ser puntas Franklin, mallas conductoras y pararrayos con dispositivo de cebado; mientras que los segundos conducen la corriente de descarga atmosférica desde el dispositivo captador a la toma de tierra, sin calentamientos ni elevaciones de potencial peligrosas. Además, todo elemento de la instalación discurre sin riesgo de electrocución y está protegido adecuadamente.

Sistema interno
Comprende los dispositivos que reducen los efectos eléctricos y magnéticos de una corriente de descarga atmosférica dentro del espacio a proteger. La estructura metálica del edificio, las instalaciones metálicas, los elementos conductores externos, los circuitos eléctricos y de telecomunicaciones del espacio a proteger y el sistema externo de protección, si lo hubiera, deben unirse con conductores de equipotencialidad o protectores de sobretensiones a la red de tierra.

Red de tierra
Su función es dispersar en el terreno la corriente de las descargas atmosféricas. Debe emplazarse en un lugar registrable para analítica del suelo o labores de mantenimiento de la red.

A3. COLOCACIÓN
El pararrayos se coloca en el punto más alto de la cubierta, donde proporcione mayor cobertura de protección.

 

Detalle de instalación de pararrayos compatible con un elemento en movimiento (veleta). Iglesia de San Gabriel de Loja (Granada)

B. PROTECCIÓN CONTRA EL FUEGO
Dada la gran dificultad que implica extinguir el incendio de una cubierta, generalmente de acceso complejo, es muy importante anticiparse a cualquier riesgo, de forma que se pueda activar lo más rápido posible una respuesta óptima y la asistencia del Servicio Bomberos. Por esta razón, es importante intervenir con medios técnicos y económicos suficientes aunando los factores de protección y detección dirigidos a impedir o reducir posibles daños. En España, las condiciones de protección contra el fuego vienen determinadas por el Código Técnico de la Edificación:

– DB SI Seguridad en caso de incendio.
– Anejo E Resistencia al fuego de las estructuras de madera.
– Real Decreto 842/2013, de 31 de octubre, por el que se aprueba la clasificación de los productos de construcción y de los elementos constructivos en función de sus propiedades de reacción y de resistencia frente al fuego.

B1. PROTECCIÓN
Según la normativa vigente, la seguridad pasiva de las estructuras de madera de nueva factura se consigue gracias a su sobredimensionado desde el cálculo, por lo que no es necesario protegerlas complementariamente, de modo que, en caso de incendio, la capa exterior de su sección se carboniza proporcionando una protección, que permanece inalterada durante el tiempo necesario para favorecer la extinción del fuego, sin que se produzca el colapso de la estructura. Este aspecto es especialmente importante en las estructuras de madera que quedan vistas. Habitualmente, las armaduras de edificios antiguos suelen estar bien dimensionadas y admiten un ataque moderado del fuego.

Para proteger dichas estructuras, se pueden emplear pinturas o revestimientos intumescentes que deben aplicarse con el espesor y las características apropiadas conforme al grado de protección deseado. Los barnices son poco efectivos. Siempre que una estructura carezca de valor patrimonial y quede oculta, se puede preservar mediante la proyección de mortero de vermiculita−perlita con yeso.

B2. DETECCIÓN
La instalación de detección de incendios puede ser de tipo lineal o volumétrico. Se utilizan detectores lineales de infrarrojos para proteger espacios bajo cubierta de grandes dimensiones. El dispositivo emisor lanza un rayo que incide sobre un espejo reflector colocado en el otro extremo. Cuando el rayo se interrumpe por la presencia de humo, se dispara una señal que activa la alarma de incendios. Estos dispositivos también sirven como instalación anti−intrusos.

Los detectores volumétricos cubren una determinada distancia en un ámbito de 360º, de manera que son aptos para cubiertas de reducidas dimensiones.

Ejemplo Catedral de Jaén:
Dada la imposibilidad de tender cableado por la cubierta de la Catedral de Jaén, se colocan detectores ópticos y térmicos de humos vía radio, con un alcance al aire libre de 150 m, nivel de sensibilidad auto ajustable y frecuencia infrarrojo 433 MHz.

 

B3. EXTINCIÓN
Una forma sencilla y efectiva de apoyar la extinción de un incendio en el interior de una cubierta de madera es colocando extintores junto a sus puntos de acceso interiores. Se trata de una medida limitada, pero muy versátil ante circunstancias imprevistas. La extinción a nivel global por procedimientos automatizados depende de un proyecto específico contrastado.

Ejemplo Catedral de Jaén:
En la Catedral de Jaén se colocan extintores móviles de polvo ABC de 6 Kg en el interior de los pabellones y en las pasarelas de mantenimiento, junto a las troneras de acceso.

Detector óptico volumétrico y central de detección vía radio. Catedral de Jaén

C. INSTALACIONES DE ILUMINACIÓN
Los espacios bajo cubierta en edificios históricos suelen estar sin uso, motivo por el que, a la dificultad de acceso, se añade la ausencia de instalaciones de iluminación que permitan la inspección de unos espacios de morfología compleja a los que no suele llegar iluminación natural o esta es escasa. Por este motivo es recomendable la dotación de instalaciones de iluminación que permitan el registro y la inspección ante situaciones de riesgo para el edificio o la realización de labores de mantenimiento. Al tratarse de espacios sin uso, no existe normativa que regule la dotación de instalaciones de cualquier índole. Para instalaciones de iluminación se puede optar por dotar a los espacios interiores de alumbrado capaz de proporcionar una iluminancia mínima de 50 lux a nivel del plano de circulación, dotación marcada para garajes en el DB-SUA 5, de seguridad frente al riesgo causado por iluminación inadecuada, del CTE.

Las instalaciones deben ser simples, de forma que no impliquen un aumento del mantenimiento del edificio o de los riesgos que presenten las cubiertas y no produzcan sobrecarga de circuitos y artefactos en unos espacios de accesibilidad y mantenimiento complejos. La instalación se producirá en las zonas de circulación y donde existan elementos de otros sistemas de protección como cuadros de control o extintores. Otro factor importante a tener en cuenta es el mantenimiento. Se recomienda disponer de equipos robustos y simples, con escasa necesidad de revisión, instalados en lugares accesibles.

D. OBSERVACIONES GENERALES

> Ver Protocolos: 2B.05, 2B.08

>Ver CTE Documento básico SUA – Seguridad de Utilización y Accesibilidad