2B.04 Cubrición en cubiertas de madera

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DESCRIPCIÓN
Tras la restauración de las estructuras de madera, mediante los procesos de reparación o sustitución correspondientes, se procede a la cubrición colocando la tablazón o un sistema compuesto de tableros y aislamiento térmico, y el material de cobertura, generalmente teja árabe.

PALABRAS CLAVE
Aislamiento / alero / cornisa / cubierta / sándwich / tablazón / tablero / teja / tronera / ventilación

OBJETIVOS
Dotar a la edificación de unas condiciones idóneas de estanqueidad y habitabilidad garantizando la correcta evacuación de las aguas de lluvia.

A. COLOCACIÓN DE LA TABLAZÓN
Para cerrar la cubierta, se cubre la estructura portante utilizando tablas con ensamble a media madera de pino con un espesor mínimo de 30 mm y un ancho variable similar al de la tablazón original.

Si la estructura de madera queda vista hacia el interior, se debe prestar especial cuidado a la entonación cromática del acabado, ya sea pintura o barniz, de modo que el aspecto final se integre con el acabado original del material.

B. AISLAMIENTO TÉRMICO Y ACÚSTICO
Para mejorar las condiciones de habitabilidad del espacio bajo cubierta, se coloca sobre la tablazón una capa de aislamiento.

B1. PANEL DE LANA. PANEL SÁNDWICH ELABORADO IN SITU
Se puede emplear como aislante panel de lana de roca que se caracteriza por ser estable, imputrescible e ignífugo. El espesor mínimo recomendable es 50 mm y debe disponerse sobre la tablazón dentro de un entramado formado por rastreles de madera, preferiblemente en dos direcciones. Esta capa se remata con un tablero hidrófugo de 21 mm de espesor mínimo.

B2. PANEL SÁNDWICH PREFABRICADO
Se pueden utilizar como aislante los tableros sándwich, con alma de poliestireno extruido, de dimensiones similares a las indicadas en el apartado anterior y acabado a elegir, en función de los requerimientos estéticos y ambientales del espacio a cubrir. Es una solución de montaje rápido en cubiertas que no son visibles desde el interior del inmueble, ya que difícilmente los tableros disponibles en el mercado se adaptan a los requerimientos de tamaño de tabla de un inmueble con armadura vista. Esta solución permite que el tablero exterior tenga propiedades hidrófugas, al tiempo que el interior puede ofrecer distintos acabados, o incluso resistencia al fuego (en el caso de tableros aglomerados industriales con cemento).

C. CUBRICIÓN
Para una mayor sostenibilidad de la intervención, se aconseja la recuperación y limpieza del mayor número posible de tejas que se encuentren en buen estado. Una vez fijada la tablazón y el aislamiento, si procede, se coloca el material de cobertura tratando de conseguir la máxima protección de las estructuras portantes y la correcta ventilación de la madera.

C1. PIEZAS CERÁMICAS ESPECIALES
Una solución eficaz en las grandes cubiertas de los edificios históricos es el empleo de piezas cerámicas exclusivas, como las tejas especiales de restauración (placas inferiores machihembradas). Por su forma, permiten una cubrición completa del paño de cubierta, y una rápida y fácil puesta en obra. Como material cerámico tradicional, responden a los criterios básicos de intervención en edificios históricos, especialmente cuando se actúa en grandes paños de cubierta.

Es necesario colocar una serie de perfiles angulares metálicos atornillados al sistema inferior de tablero y rastrel cada 115−150 cm aproximadamente (3-4 piezas) para fijar la posición de las piezas.

Ejemplo: angulares de acero inoxidable L 40.4 fijados mediante tortillería de idéntico material y alta resistencia.

Colocación de angulares para evitar el deslizamiento de la placa cerámica prefabricada. Hospital Real de Granada

Sobre estas piezas prefabricadas se colocan las tejas árabes recuperadas formando las cobijas, según el método tradicional sobre mortero bastardo de cal hidráulica o aérea y con solapes no inferiores a 1/3 de la longitud de la teja, e insertando unos ganchos de acero inoxidable al tresbolillo cada 5−6 tejas para evitar el deslizamiento.

 

Sección constructiva tipo con sistema de pieza especial cerámica bajo teja. Proyecto de intervención en el Palacio de las Columnas de Granada

 

C2. MATERIAL IMPERMEABILIZANTE
Existen soluciones diferentes para el recibido de las tejas sobre la tablazón o cualquier soporte inclinado de cubierta. Destaca el uso de placas formadas por fibras minerales y vegetales aglomeradas, con una emulsión bituminosa a altas temperaturas (Onduline), y otras modalidades patentadas.

Placa ondulada bituminosa sobre un panel sándwich prefabricado colocado sobre los pares de madera. La teja se coloca sobre esta placa al modo tradicional con un mortero bastardo. Palacio de Bibataubín de Granada

Sección constructiva tipo con sistema de placas onduladas bajo teja. Palacio de Bibataubín de Granada

C3. TEJA TRADICIONAL
Otra solución de cobertura es disponer la teja árabe al modo tradicional formando canales y cobijas sobre la tablazón empleando un mortero bastardo para su recibido. Se puede colocar un fieltro bituminoso, sin función impermeabilizante, clavado sobre esta última para evitar el contacto directo del agua de condensación o de pequeñas filtraciones. Para cubiertas con mucha inclinación, es recomendable colocar una malla metálica o de fibra de vidrio sobre la tablazón para que el mortero tenga un mayor agarre y los operarios puedan moverse y realizar los trabajos ágilmente sobre la cubierta. En el caso de pendientes importantes, se recomienda clavar o atornillar las canales directamente a la tablazón para impedir el deslizamiento de las hiladas de teja y sujetar las cobijas mediante ganchos de acero inoxidable fijados al mortero.

Colocación de teja tradicional sobre tablero aglomerado hidrófugo. Las piezas que forman la canal, de teja nueva, se atornillan al tablero. Las cobijas de teja vieja recuperada se reciben con mortero bastardo y ganchos de acero inoxidable. Sala de los Reyes. Palacio de los Leones de la Alhambra, Granada.

Fijación de la cobija de teja vieja mediante ganchos de acero inoxidable. Sala de los Reyes. Palacio de los Leones de la Alhambra, Granada.

D. ALEROS Y CORNISAS
El encuentro entre el faldón de cubierta y la fachada del edificio se denomina alero. Este elemento permite disponer el vuelo de las tejas respecto al muro para evacuar el agua de lluvia. El alero se puede resolver mediante canes de madera o con una cornisa de material pétreo o cerámico. Si presentan una sección pequeña, las ménsulas de madera que salvan el vuelo se denominan canecillos.

En las armaduras de madera, el apoyo sobre muros mediante el sistema habitual de un durmiente descansando sobre la fábrica y unos pares apoyados en éste origina en el alero un encuentro complejo que se resuelve, en la mayoría de los casos, con alcatifa o relleno irregular compuesto de arena, tierra y cascotes. Este material es el principal causante de buena parte de los deterioros de las estructuras de madera, ya que favorece la persistencia de humedades y la creación de un ambiente óptimo para el desarrollo biótico (insectos y hongos).

Dichos rellenos, normalmente heterogéneos y pesados, deben ser eliminados y sustituidos por un sistema más ligero y que proteja la estructura de las acumulaciones de humedad. Para solucionar este encuentro, se emplean diferentes materiales y métodos:

– Morteros aligerados de cal hidráulica y arcilla expandida. Es necesario crear una cámara de 2 a 4 cm en la envolvente del durmiente para evitar su contacto con las piezas de madera.

 

– Tableros cerámicos o rasillones apoyados sobre muretes de ladrillo, sistema que crea una cámara de aire favoreciendo la ventilación de las piezas de madera que apoyan sobre el muro.

La formación del alero se hace siempre con teja árabe reutilizada, independientemente de que se hayan empleado piezas especiales en la formación del sistema de cobertura, de manera que su visión se integre con la solución de toda la cubierta.

E. ELEMENTOS DE VENTILACIÓN
En las cubiertas de madera es muy importante garantizar la ventilación del interior de la estructura para evitar humedades por condensación que puedan desencadenar problemas de pudrición.

E1. TRONERAS
El elemento de ventilación habitual en los edificios antiguos es la tronera o “perro sentado”, castillete que emerge sobre el plano inclinado del faldón de cubierta y presenta un ventanuco frontal que permite la ventilación y el acceso al interior para su mantenimiento. Estos elementos se suelen renovar por completo en las intervenciones, ya que al presentar escuadrías de pequeñas dimensiones y tener muchos encuentros delicados con los paños de cubierta, es frecuente encontrarlos gravemente afectados por las patologías de tipo biológico (humedades, pudrición, xilófagos y otros) que acaban provocando su colapso.

Es muy importante colocar rejillas o elementos que permitan la ventilación e impidan la entrada de aves y otros pequeños animales porque pueden ocasionar patologías en la estructura, si anidan en el interior de las cubiertas.

Puede haber casos en los que exista una tronera o hueco que no sirva de acceso a la cubierta, ni facilite la ventilación de la misma por su posición u orientación. En caso de que se den estas circunstancias, el proyecto debe valorar su continuidad realizando un estudio de su origen y cometido, ya que pueden suponer riesgos para la adecuada conservación de la estructura de cubierta.

E2. TEJAS DE VENTILACIÓN
Cuando la cubierta no disponga de troneras, ni sea posible ejecutar de nueva planta, debido a las prescripciones de la normativa aplicable, se aconseja emplear tejas de ventilación. Se trata de piezas prefabricadas con una abertura que permite la entrada de aire al interior del espacio bajo la cubierta. Para su correcto funcionamiento, es necesario dejar preparado un hueco en la tablazón.

E3. SOLUCIONES SINGULARES
Las tejas de ventilación tienen una eficacia moderada, por ello, deben emplearse sistemas alternativos de ventilación cuando lo exijan las condiciones de conservación del edificio. En ese caso, se puede recurrir a sistemas pasivos similares a las chimeneas tipo shunt estudiando su emplazamiento para evitar impactos visuales.

Ejemplo de la Sala de los Reyes, Palacio de los Leones de la Alhambra de Granada:
La problemática de ventilación que presentan las cubiertas de este conocido espacio se resuelve con este sistema. Las chimeneas de aireación son de cobre realizadas específicamente para ese fin, de forma que se consigue una ventilación controlada climáticamente evitando que se produzcan condensaciones sobre las bóvedas de madera revestidas interiormente por pinturas y varias capas de preparación de yeso sobre cuero. Las pinturas del siglo XIV, coetáneas al palacio, tienen un valor excepcional y han sido las humedades, filtraciones y condensaciones las causantes de su deterioro.

Ejemplo de sistema de ventilación complementaria -por efecto Venturi- a las troneras a través de chimeneas de cobre. Sala de los Reyes. Palacio de los Leones de la Alhambra, Granada